Algunas obras en tres dimensiones de los años 90
(Papel, cartón, alambre, alfileres, metacrilato y objetos encontrados)
Las obras tridimensionales surgieron de una forma natural como una evolución del collage.
Romper la barrera de las dos dimensiones fue un gran momento para mi obra. No solo fue descubrir la calidad de los volúmenes espaciales, con diferentes texturas y la capacidad de proyectar sombras, sino que requirieron de la fotografía para ‘ser conocidas’. Entrar en un estudio, a dialogar con diferentes fotógrafos, fue otra fase.