CINE: Last Exit To Brooklyn (1989) Director: Uli Edel

Si tuviera que pensar en una película sólida, compacta, potente, esta sería una de mis más firmes candidatas.

Ambientada en los 50 y rodada en exteriores (aparentemente en apenas dos manzanas de un Brooklyn industrial y sórdido) muestra la vida de dos o tres de currantes duros y una pandilla de jóvenes lumpen sin futuro. Una pandilla que no es como los Jets, ni los Sharks, ni tampoco como The Warriors, no. Esta es una pandilla sin compasión, sin hueco para los débiles, sin el personaje que duda y se vuelve blando, sin el que se arrepiente, ni el que se enamora, esta es una pandilla de bestias salvajes sin compasión.

La clase obrera tiene su momento de gloria y tiene su momento de miseria, pero sale bien parada. Tocada pero bien parada.
Las farolas que iluminan las calles miserables y la sordidez de los bares están tan bien modeladas que casi se pueden oler.
Los movimientos de masas sorprenden en una peli que es pequeña, pero cuando hacen falta 300 obreros entrando en una fábrica o manifestándose ahí los tiene, perfectamente ambientados, sudorosos y sin afeitar, en ese tiempo en el que la América próspera se estaba haciendo rica y la clase media se entronizaba, pero en otro lado.

Basada en una novela de Hubert Selby Jr., novelista a la sombra de la Generación Beat, entre cuyos crudos títulos se cuenta ‘Requiem for a Dream’ (una de esas pocas pelis que no quiero volver a ver…).
El director, Uli Edel, un alemán que hizo la peli sobre la Baader Meinhof, también el hit europeo ‘Yo, Cristina F.’ y un episodio de Twin Peaks, entre otras muchas cosas, muestra una maestría rara para endurecerlo todo hasta tal punto que pienso que hoy, 33 años después de rodarse esta peli, nadie podría hacer, ni siquiera Darren Aronofsky, ni siquiera los hermanos Safdie.

Last Exit to Brooklyn: Cine, puro cine.

 

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