CINE: Moonage Daydream (2022) Director: Brett Morgen

Si este que os habla se sienta a ver esta peli es porque pertenece a esa generación de las que Bowie fue luz y guía. Las críticas que recibió han sido laudatorias y dicen que es ‘espectacular’, mientras lo acompañan de teasers de tres minutos con imágenes estroboscópicas. Eso solo es una fachada y no el documental, tal y como es. En realidad esas imágenes son tres escenas (un poco demasiado largas, eso sí) y todo lo demás es un corta y pega de entrevistas en la tele superpuestas de un modo ingenioso con imágenes no necesariamente relacionadas entre sí. En ese sentido es entretenida un rato, pero termina siendo repetitiva y fracasa en su intento de vendernos a Bowie como un pensador del siglo veinte. Bowie no es un filósofo, no es un gurú y queda claro. Sus ideas son simples, elementales y de sentido común (algo de lo que la humanidad está en precario) y la mayoría se alimentan de sus propias ocurrencias, divertidas e ingeniosas. Lo que es evidente es que fue un tío brillante (que tuvo la suerte de que le dejaran hacer lo que le daba la gana y siempre flotó más o menos dignamente en los diluvios por los que todos pasamos).
En mi opinión a este ‘espectáculo espectacular’ le sobra más de media hora y falla al pretender ser monumental.
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Esto es palpable cuando, a pesar de ser cronológico, hacia el final tiene que volver a retomar filmaciones de los años 60 para rellenar los últimos años (diría yo que los últimos diez años) ya que, al parecer, de esa época hipertecnologizada el equipo no consiguió extractos de filmaciones donde apareciera David hablando con su siempre divertido savoir faire. Problemas de copyright? Cesión de derechos? Demasiado control de los últimos años de Bowie por sus discográficas? Prisa por terminarlo y sacarlo en el aniversario de muerte? No tengo ni idea, pero su última década, que fue intensa en todos los sentidos, se repasa de un plumazo con algunos extractos del video de Black Star. Algo que deja el documental sin flow, cuando menos.
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Es un documental interesante, sí. Se deja ver, sí, si avanzas rápido por las partes ruidosas (donde el director se empeña en poner su ‘creatividad’ a hacer lucecitas y flashes). Es curiosa, sí, porque rescata canciones menos conocidas y actuaciones que debieron de ser memorables. Pero es tediosamente reiterativa y carente de sobriedad, quizás por pretender ser más bowiesco que el propio Bowie.
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Y sin lugar a dudas —me repito, ya lo sé—, le sobra más de media hora de onanismo narcisista ególatra (del director, no de Bowie).
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P.S.: El caso es que el director, este Brett Morgen, hace veinte años dirigió le interesante documental ‘El chico que conquistó Hollywood’ (‘The Kid Stays in the Picture’, 2002), un documental rápido y dinámico, que dio en el clavo al contar la vida de Robert Evans, productor de la Paramount y motor, entre otras joyas, de ‘Chinatown’ y ‘The Godfather’.
Un docu, este sobre Evans, que recomiendo a todo aficionado al cine actual.

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