Con El Gatopardo pasa como con Don Quijote, solo que en película. Todo el mundo asegura haberlo leído. Pero no es verdad.
Esta es una de esas pelis que consumimos en los tristes años 70 en las sesiones de televisión, cuando pastábamos en los exiguos campos que había disponibles. La gente lo que conserva es el recuerdo a haberla visto, no el recuerdo de la película.
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Contra lo que todo el mundo piensa esta no es una peli nostálgica, no es una peli dramática, no es una peli sobre una familia que se desmorona. No. Es una peli sobre el tiempo. Sobre como pasa el tiempo la clase dominante en la Sicilia de 1860. Nada más. Ni nada menos.
El personaje principal, Príncipe de Salina, a.k.a. Burt, es un cínico cuya única dedicación es constatar cómo el tiempo se desliza inexorablemente sobre su fortuna sin afectarla lo más mínimo. No hay grandes giros de guion, no hay tramas oscuras, no hay sombras acechando en la oscuridad, no pasión, no hay apenas violencia para el tiempo del que trata, en resumidas cuentas, no hay peligro porque, al fin y al cabo, en la realidad nunca hay peligro para los ricos. Jamás.
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Por eso creo que más que una película, esto es un espectáculo para observar. Casi un documental, aun más honesto que si fuera un verdadero documental.
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A lo largo del metraje (3 hrs.) el tiempo, las cenas de gala, los rezos de rosario, los paseos por los áridos campos, los bailes de la aristocracia trascurren ante nuestros ojos a escala 1:1.
Algunas escenas de exteriores tienen un aire tan característico que parece que Tarkovski las hubiera homenajeado en sus pelis, aunque él aseguraba no haber visto cine occidental durante la mayor parte de su corta vida. Y yo lo pensaba sobre por todo su maravillosa Andrei Rublev, en la que pasan cosas pero en el fondo no pasa nada, solo dos personas que viajan de un sitio a otro, sin ser afectadas por los acontecimientos que les rodean porque siempre las cosas les pasan a otros.
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Lo que saco en claro después de haber visto Il Gattopardo ‘casi por primera vez’, es decir como adulto consciente, es que tengo que leer el libro con urgencia para decidir si esta película me gustó o no.
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