Primera peli que veo en la que está implicada la pandemia y algunas de las secuelas sicológicas que produjo esta, aunque sea de manera tangencial, y cómo afectó a gente con trastornos previos.
Lo cierto es que es un thriller minimalista, una peli distópica que transcurre en el presente, algo que puede parecer paradójico, pero es que parece que cada vez más esas fronteras se van a desdibujando.
La hija de Leni Kravitz (nunca tan guapa como su madre, la maravillosa y etérea Lisa Bonet que nos deslumbró en ‘High Fidelity’) hace un papel patológico difícil y lo maneja bien, contenida y concentrada, teniendo en cuenta que su interpretación es casi casi un solo, sin embargo se hace con la peli con seguridad.
La trama se va desplegando ante nuestros ojos lentamente, con algunos giros inesperados, hacia un climax intenso, bien resuelto.
No es la peli del año pero su estética es notable, la tecnología actual que aparece es tan real como la ciencia ficción y los secundarios están muy creíbles. (Además cuando ella se pone gel hidroalcohólico en las manos hace un gesto muy sexy que se me ha quedado grabado)
Peli para sábado por la noche.
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