Malcolm McLaren, además de ser el manager y agente de los Sex Pistols y compartir taller de costura e imperdibles con Vivienne Westwood, musa del punk londinense, fue uno de los actores importantes en dar al hip-hop el prestigio que necesitaba. Quizás por todo esto a mí nunca me interesó demasiado, sin embargo McLaren también es el artista que creó el disco «Paris» (1994), una de las obras electrónicas más ricas y complejas que se han hecho en Europa. El caso es que ahora, después de llevar quince años oyéndolo, me entero que existe un «CD2», que salió en una edición deluxe, posterior a la que yo tengo, en el que se encuentra resumido todo el disco original pero sin apenas acompañamiento vocal. Las voces femeninas (Francoise Hardy, Amina y la seductora Catherine Deneuve) han desaparecido y eso lo hace especialmente grato porque es una especie de techno-house-muzak que llega a ser bailable incluso a veces.
Disfruten, por favor, sin prejuicios de los 46 minutos de este pedazo de obra, que contiene además notables citas a la música inconfundible del maestro Erik Satie.