Los cambios de vida suelen remover todo a su alrededor y durante unos años dediqué (antes de la invención de las redes sociales) una buena parte de mi tiempo libre a escribir en mi blog. Los pensamientos que no terminaban publicados allí fueron almacenándose en documentos y luego estos reuniéndose en carpetas llenas de ideas, esbozos de historias, ocurrencias y sueños (que anotaba nada más despertarme).

Y, como un cambio trae a otro cambio, casi de un día para otro, me lancé a vivir una vida diferente, al otro lado del océano Atlántico, un tiempo, el del viajero, en el que la escritura fue mi refugio y mi jardín. Un lugar en donde, escribiendo, podía viajar hacia adelante, hacia atrás e incluso desafiar las tres dimensiones, sentado en mi mesa, delante de mi teclado.
Eran narraciones, que siempre habían estado ahí dentro, solo necesitaban que les dieran un empujoncito y que, finalmente, terminaron contenidas en estos libros, publicados entre 2011 y 2015.